julio 31, 2008

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Caminando un dia, me tropecè con una calavera.

Era un blanco craneo en medio de la nada.

Lo primero que pense fue que como alguien puede ser tan olvidadizo como para dejar su contenedor intelectual botado por ahi, probablemente esté buscando sus recuerdos de infancia, canciones favoritas, la cara de sus amigos y uno que otro romance adolescente. Pense incluso que podia ser el mio, pero me asegure de que estuviera en su lugar y repase mentalmente los archivos que en estos años he ido acumulando.

Entonces me arrodille para preguntarle si recordaba a su dueño, lo que respondio con una triste mirada, como si sus ojos aun estuviesen en sus cuencas. Entendi que se sentia sola, abandonada en la via publica, así que decidi ayudarla. La tomé y la meti en mi cartera.

Ahora mira todo lo que pasa en la ciudad. Se divierte con los escolares perseguidos por el guanaco y las marchas de protesta, pero lo que realmente le hace feliz es tener un cuerpo nuevo y volver a acumular recuerdos, como el aroma de la lluvia, el canto de los pajaros y el brillo de las luces en la calle.

Si pasas por el estadio, no dudes en saludarla,

Es la nueva cabeza del Pilucho del Nacional….